«Me llevó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida pintar como un niño». (Pablo Picasso).
Simplificar es el resultado de un proceso: interrogar al objeto (un aparato, una presentación...) las suficientes veces cómo para quedarte al final con lo esencial.
Cuantos más elementos superfluos eliminamos, más clara es nuestra propuesta. Se ve mejor nuestra firma y mejor aún: el espectador sintoniza con lo que proponemos. Ya no es que el objeto se convierta en una extensión de nosotros. Es que se convierte en una extensión del oyente. Y salvo que hablemos de una prótesis, eso siempre produce sensaciones agradables y operativas. Gran oportunidad cuando diseñamos una presentación.
El proceso de simplificación de Picasso es «asignatura recurrente» en Apple University. A través de los 11 estados de «El Toro» (Diciembre 1945 - Enero 1946). La primera litografía representa un toro con un nivel de perfección notable. Cada litografía siguiente elimina, desdobla, simplifica y al mismo tiempo perfecciona a la anterior. En cada paso que damos observamos menos el animal desde el punto de vista analítico y más desde el personal, formal o artístico. La aparente paradoja es que todos nos vemos con cierta capacidad para dibujar el último estado, pero éste sería el de mayor precio si se vendiesen por separado. Porque en ese último estado es el que emana la firma de Picasso, tras este proceso que Brown («Picasso y la tradición española», 1999) denomina de «simplificación, condensación y abstracción».
Apple evangeliza sobre el idioma de diseño que es el ADN de sus productos. Cómo ir un paso más allá en ese desdoblamiento o desagregación en el producto. Parafraseando a Jonathan Ive, vicepresiedente de diseño de Apple hasta 2019, se trata de obtener 1.000 «Noes» antes de cada «Sí».
Sucede parecido con el Guernica (Mayo-Junio 1937). Los 12 elementos de este mural se distribuyen de 3 en 3 sobre una composición de 4 triángulos. Esa claridad conceptual sienta la base de que cada elemento sea una historia trágica en sí misma. y en comnjunto, la obra que a nadie deja indiferente. Por eso, tanto o más interesante que el propio Guernica, es observar lso estudios previos en la sala-pasillo anterior en el Museo Reina Sofía de Madrid.
La aplicación de estos principios es directa para la composición de una presentación en su mensaje y sus diapositivas. Si crees que no le sobra nada, es que no la has revisado lo suficiente.
Para verme hablando sobre esto: https://youtu.be/haj9AUTtw6E
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